lunes, 3 de noviembre de 2008

Los médicos, Parkinson y yo...

Ser profesional, es importante, gratificante y en este país, particularmente difícil. Aunque, luego de enojos varios, sesudas investigaciones y horas de darme el balero contra la pared he arribado a una conclusión, que más allá de dejarme satisfecho, abre horizontes hacia nuevos y espeluznantes interrogantes (que lindo, rima y todo...)
Supongo que hay profesiones que, ademas de crear los famosos "vicios" (soy diseñador y no soporto ver un cartel desalineado, por ejemplo) también dejan huellas físicas fácilmente detectables.
Vayamos al grano: Sigo suponiendo, y digo: En los claustros de medicina y todas las carreras relacionadas debe haber algo o alguien que a todos los médicos clínicos, pediatras, ginecólogos, otorrinolaringólogos, psiquiatras, y etcéteras le provoca algo parecido al Parkinson, y que "eso" tiene secuelas en la escritura de estos abnegados seres. Hace unos días trataba de entender que catzo decía acá:



Lindo el garabato ¿no? ¿Pero que mierda dice? ¿Es que además de tener que ser padre, uno tiene que ser grafólogo, intérprete, traductor, egiptólogo o algo por el estilo?
Pregunto... ¿una de las condiciones para ser médico es escribir como el orto? ¿o será que es necesario ser disléxico o tener una grave deficiencia en la motrocidad fina?
Quienes me conocen saben que soy gravemente hinchapelotas con el tema de la comunicación gráfica y que me la paso pregonando a quien se atreva a escucharme, que es importante que un mensaje escrito, además de verse bien (bonito, claro, LEGIBLE) tiene que cumplir con su cometido de comunicar algo!!!!!!!!!!! No pido demasiado. Es simple. QUE SE LEA. No estamos haciendo un curso de grafismos raros ni de taquigrafía por correo.
Necesitamos entender. No jodan. Gracias.
Mierda, carajo.


Chau.
Aguante la pecera.

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