Hay cosas que son como una especie de estándar. Sin embargo, nadie se puso a definirlas. Por ejemplo, en el caso de la frase "hay que poner huevo"... ¿Se pone huevo con cáscara o sin ella?
Bueno, no lo he puesto nunca personalmente; pero según todos los estucios de calculo diferencial de que tengo noticia parece que lo acertado es ponerlo con ella. Aunque también es cierto que según el ministerio de igualdad y la EPA las últimas tendencias de la idiosincrasia colectiva apuntan a que es mal cool ponerlo sin ella. Pero es que vivimos unos tiempos que, se lo aseguro, este mundo nuestro es un sin Dios.
Sin querer ni muchísimo menos entablar polémica no sé, si quieren que les diga la verdad si estoy de acuerdo con esos estudios (“estucios”, en el original) de un cálculo que, por muy diferencial que sea siempre se adecuará, por una pura y simple cuestión de intereses, al orden de valores establecidos por los poderes…. No, no se me alarmen, no voy a escribir “fácticos”, pero, en cuanto a la idiosincrasia. Por resumírselo en dos palabras puedo – si es que consigo trascribirlo en su pura esencia – confesarles que: Coralinos retruécanos de orgiásticos simbióticos bramidos persiguiendo, intrépidos, acelerados erráticos apócrifos sincrónicos exultos de modélicos mitómanos andares a derivas de pasiones ocultas o despóticas o inhóspitos famélicos presuntos engreimientos de inocencias esclareciendo, lejos, a la desesperada, insospechados barruntos despechados de despliegues de extensas, extremadas experiencias anoréxicas coetáneas de las inclemencias de un tiempo pasado por agendas saturadas del numen ominoso de indolencias muñidas de grotescas insurgencias atónitas; son, si se los escruta, corrosiones cariacontecidas de calcáreas, calamitosas concurrencias de opresiones que, insolentes, se solapan tras los pliegues refrendados de paupérrimas, daltónicas conspiraciones de arrogantes, impúdicos desenterrados sufrimientos que, ultrajados, circunscritos al mundo de los horrores y del miedo, se dejan constreñir por la indolencia de un tedio irreverente por grotesco. Es por ello, precisamente, por lo que les digo que no sé yo si me fiaría gran cosa de la EPA.
Conozco a este Mauricio. Está completamente chiflado y se dedica a ir escribiendo cosas por todos los blogs que se le cruzan en su camino. Menos mal que no es uno de esos paranoicos agresivos que dejan insultos y obscenidades. A Caléndula no la conozco, claro, no se puede conocer a todo el mundo, pero tampoco parece que esté muy en sus cabales.
7 comentarios:
Bueno, no lo he puesto nunca personalmente; pero según todos los estucios de calculo diferencial de que tengo noticia parece que lo acertado es ponerlo con ella. Aunque también es cierto que según el ministerio de igualdad y la EPA las últimas tendencias de la idiosincrasia colectiva apuntan a que es mal cool ponerlo sin ella. Pero es que vivimos unos tiempos que, se lo aseguro, este mundo nuestro es un sin Dios.
P.D. Donde pone "estucios" debiera poner "estudios".
Y donde pone "mal" debiera poner "más". No doy una.
Sin querer ni muchísimo menos entablar polémica no sé, si quieren que les diga la verdad si estoy de acuerdo con esos estudios (“estucios”, en el original) de un cálculo que, por muy diferencial que sea siempre se adecuará, por una pura y simple cuestión de intereses, al orden de valores establecidos por los poderes…. No, no se me alarmen, no voy a escribir “fácticos”, pero, en cuanto a la idiosincrasia. Por resumírselo en dos palabras puedo – si es que consigo trascribirlo en su pura esencia – confesarles que:
Coralinos retruécanos de orgiásticos simbióticos bramidos persiguiendo, intrépidos, acelerados erráticos apócrifos sincrónicos exultos de modélicos mitómanos andares a derivas de pasiones ocultas o despóticas o inhóspitos famélicos presuntos engreimientos de inocencias esclareciendo, lejos, a la desesperada, insospechados barruntos despechados de despliegues de extensas, extremadas experiencias anoréxicas coetáneas de las inclemencias de un tiempo pasado por agendas saturadas del numen ominoso de indolencias muñidas de grotescas insurgencias atónitas; son, si se los escruta, corrosiones cariacontecidas de calcáreas, calamitosas concurrencias de opresiones que, insolentes, se solapan tras los pliegues refrendados de paupérrimas, daltónicas conspiraciones de arrogantes, impúdicos desenterrados sufrimientos que, ultrajados, circunscritos al mundo de los horrores y del miedo, se dejan constreñir por la indolencia de un tedio irreverente por grotesco.
Es por ello, precisamente, por lo que les digo que no sé yo si me fiaría gran cosa de la EPA.
Conozco a este Mauricio. Está completamente chiflado y se dedica a ir escribiendo cosas por todos los blogs que se le cruzan en su camino. Menos mal que no es uno de esos paranoicos agresivos que dejan insultos y obscenidades. A Caléndula no la conozco, claro, no se puede conocer a todo el mundo, pero tampoco parece que esté muy en sus cabales.
¡¡¡Muy abandonado este blog!!!
Ea, feliz Navidad.
do it!
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